Hasta ahora no estaba del todo claro si el café ayuda o no a solucionar la migraña pero… ¡por fin tenemos respuestas! Y científicas, nada de especulaciones.
En un estudio reciente publicado en la Revista Europea de Nutrición Clínica, los investigadores utilizan técnicas de aleatorización mendeliana (AM) para establecer una relación causal entre el consumo de café y la reducción del riesgo de migraña.
¿Por qué hasta ahora no sabíamos la relación entre café y migrañas?
Partimos de la base de que hay enfermedades neurológicas como el Alzheimer (EA), la esclerosis lateral amiotrófica (ELA), las migrañas, la esclerosis múltiple (EM), la enfermedad de Parkinson (EP) y el accidente cerebrovascular que son causas principales de muerte y discapacidad en todo el mundo.
Los efectos de estas enfermedades sobre el sistema nervioso deterioran la cognición y provocan dolor, cefaleas, convulsiones y trastornos del movimiento. Solo en 2016, estas enfermedades fueron responsables de casi el 10% de las muertes y el 16% de los años de vida ajustados por discapacidad en el mundo.
Ante esto, se requiere con urgencia investigar qué causa estas enfermedades, así como cómo prevenirlas. Y si sumamos esto a que el café es una de las bebidas más consumidas en el mundo, los investigadores quisieron saber si tenían alguna relación. Sin embargo, estos estudios habían sido principalmente observacionales, lo que ponía trabas a los investigadores para eliminar los efectos del sesgo y la posible causalidad inversa.
¿El café ayuda a la migraña?
¡Los investigadores dicen sí! Los 40 SNPs seleccionados como VIs (te cuento qué son estas siglas más adelante) tenían estadísticos F entre 16 y 359, lo que indica que son instrumentos fuertes. Según el análisis IVW, el consumo de café redujo el riesgo de migraña y migraña con aura. Estos hallazgos fueron validados mediante el uso de un análisis de ‘dejar uno fuera’, en el que ninguna VI individual fue responsable del resultado.No se observó ninguna asociación entre el consumo de café y la migraña sin aura, ni tampoco se encontró evidencia de pleiotropía horizontal. Además, no se observaron asociaciones entre el consumo de café y ninguna de las otras enfermedades neurológicas o ninguno de sus subtipos. La heterogeneidad en los resultados no afectó a estas conclusiones.
¿Cómo se ha llevado a cabo el estudio?
La AM que comentaba antes, ofrece un método para evaluar el efecto causal de un factor de riesgo y la enfermedad que, en este estudio, serían el consumo de café y las enfermedades neurológicas.
La AM utiliza datos genéticos que están asociados con el consumo de café pero no con las enfermedades en sí. Además usa esta información como variables instrumentales (VIs). En el presente estudio, los investigadores identificaron polimorfismos de un solo nucleótido (SNPs) que se sabe que influyen en el consumo de café como las VIs.
El uso de las VIs se basa en tres supuestos clave. Primero, los instrumentos deben tener una asociación fuerte con la exposición. Segundo, las VIs no deben tener ninguna asociación con posibles factores de confusión, que también afectan al riesgo de la enfermedad. Además, el único efecto que los instrumentos deben tener sobre la enfermedad debe ser a través de su efecto sobre la exposición.
Utilizando el estudio de asociación del genoma completo (GWAS) del Biobanco del Reino Unido, los investigadores identificaron 40 SNPs, cada uno independiente del otro, basados en más de 400.000 personas de ascendencia europea. Los SNPs fueron validados para que su asociación con la ingesta de café tuviera un umbral de significación a nivel del genoma menor de 5×10-8. También se utilizaron estadísticos F mayores de 10 para reducir el efecto de los sesgos.
También se utilizaron varios otros conjuntos de datos, incluyendo el Proyecto Internacional de Genómica del Alzheimer, el Consorcio Internacional de Genómica de la Enfermedad de Parkinson y el Consorcio Internacional de Genética de la Esclerosis Múltiple, para obtener los datos necesarios sobre las enfermedades neurológicas.
Conclusiones
Los hallazgos del estudio indican asociaciones causales robustas entre el consumo de café y la reducción del riesgo de migraña; sin embargo, no se identificó ninguna asociación con otras enfermedades neurológicas importantes. Estos hallazgos contribuyen a un vasto cuerpo de literatura que evalúa el efecto del café sobre la salud humana, pero se distinguen por su uso de VIs y datos genéticos para mitigar el efecto de los sesgos y los diversos factores de confusión.
Aunque los resultados son convincentes, los investigadores destacan algunas limitaciones. Por ejemplo, no se excluyeron necesariamente todas las fuentes de pleiotropía direccional potencial, lo que es un desafío común en los estudios de AM. Además, los investigadores no evaluaron cómo se consumía el café, lo que indica que queda por evaluar un componente dietético vital.
Otra limitación importante es que el estudio se centra solo en personas de ascendencia europea. Por lo tanto, es imprescindible incluir a los asiáticos del sur, los asiáticos del este y las personas de otras etnias en futuros estudios.