El café americano es una de las formas más populares de preparar y consumir café en todo el mundo. Y como tal, tiene muchos adeptos pero también muchos enemigos que lo consideran un café de baja calidad o incluso perjudicial para la salud.
Sin embargo, ¿qué hay de cierto en estas afirmaciones? ¿Es el café americano realmente tan malo como dicen? Hoy te voy a contar los 5 mitos que más he escuchado sobre esta receta a lo largo de mi vida.
Mito 1: El café americano es un espresso aguado
Este es uno de los mitos más comunes y falsos que hay. Mucha gente piensa que el americano es simplemente un espresso al que se le añade agua para rebajarlo y hacerlo más fácil de beber. Sin embargo, esto no es así. La realidad es que no es un espresso diluido, sino una bebida diferente con su propio sabor y aroma.
El café americano se prepara añadiendo agua caliente a un espresso ya extraído, lo que hace que se diluyan algunos de los compuestos del café y se resalten otros. El resultado es una bebida más suave, menos ácida y más aromática que el espresso.La proporción adecuada de espresso y agua para hacer un buen café americano depende del gusto personal de cada uno, pero lo habitual es usar 1/3 de espresso por 2/3 de agua. El orden de los ingredientes también influye en el resultado final: si se añade primero el agua y luego el espresso, se obtiene una bebida más homogénea y con menos crema; si se hace al revés, se consigue una bebida más estratificada y con más crema. Lo importante es usar un buen café, preferiblemente recién molido, y una cafetera de calidad, capaz de extraer el espresso con la presión adecuada.
Mito 2: Si lo tomas en ayunas te sienta mal
Algunas personas piensan que si tienes el estómago vacío y te tomas un americano puedes tener problemas digestivos, irritación o acidez, pero esto tampoco es verdad. El café americano no tiene un efecto negativo sobre el sistema digestivo si se toma en ayunas, siempre y cuando no se tenga una condición médica previa que lo desaconseje.
De hecho, tomarlo en ayunas puede tener varios beneficios, como activar el metabolismo, estimular la quema de grasas y mejorar el rendimiento físico e intelectual.
Estamos hablando de una bebida que contiene agua y café, dos elementos que son beneficiosos para el organismo. El agua ayuda a hidratar el cuerpo y a eliminar toxinas, mientras que el café aporta antioxidantes, minerales y vitaminas. Además tiene un pH de unos 5, lo que lo hace menos ácido que otras bebidas como el zumo de naranja o el vinagre.
Por supuesto, hay que tener en cuenta que, el café en general, puede alterar el apetito y reducir la absorción de algunos nutrientes, por lo que no debe sustituir al desayuno, sino complementarlo con alimentos saludables como fruta, cereales o lácteos.
Mito 3: Su origen está América
De este mito ya hemos hablado, y es que aunque el nombre de esta bebida pueda sugerir lo contrario, el café americano no tiene su origen en América, sino en Europa.
Se cree que fue inventado por los soldados estadounidenses durante la Segunda Guerra Mundial, cuando estaban estacionados en Italia y querían adaptar el espresso italiano a su gusto. Empezaron a añadir agua caliente al espresso para hacerlo más parecido al café al que estaban acostumbrados en su país. De esta forma, nació el café americano, que luego se popularizó en todo el mundo.
Sin embargo, hay otras teorías que sitúan su origen en otros lugares y épocas. Por ejemplo:
- Algunos dicen que se inspiró en el café vienés, una bebida típica de Austria que se hace con un espresso al que se le añade nata montada o leche espumada.
- Otros dicen que se originó en Francia, donde se le llama café allongé o café largo, y que se hace con un espresso al que se le añade agua caliente o leche caliente.
Mito 4: El americano es igual que el café filtrado o por goteo
Aunque ambos tipos de café se preparan con agua caliente y café molido, hay diferencias importantes entre el café americano el filtrado o por goteo. La principal diferencia es el método de preparación:
- El americano se hace con una cafetera de espresso, que utiliza presión para extraer el café.
- El café filtrado o por goteo se hace con una cafetera convencional, que utiliza gravedad para pasar el agua a través del filtro de papel.
Otra diferencia es el tipo de café que se usa:
- El café americano se hace con un café más fino y más oscuro, que se tuesta a una temperatura más alta y durante más tiempo, lo que le da un aroma más intenso y un sabor más amargo.
- El filtrado se hace con uno más grueso y claro, y se tuesta a una temperatura más baja y durante menos tiempo.
Por supuesto, hay diferentes variedades y calidades de café, que pueden influir en el resultado final, pero en general estas son las características de cada tipo de café.
Mito 5: Es malo para la salud
El último mito que te quería contar está muy extendido y es que se dice que es perjudicial para la salud por su contenido en cafeína. Se cree que tiene más cafeína que el espresso o el café filtrado, y que esto puede causar nerviosismo, insomnio, taquicardia o hipertensión. Sin embargo, esto tampoco es verdad.
La realidad es que tiene menos cafeína que el espresso o el café filtrado, ya que al añadirle agua se reduce la concentración de esta sustancia. De hecho, una taza de 240 ml de americano tiene unos 95 mg de cafeína, mientras que una taza de 30 ml de espresso tiene unos 64 mg y una taza de 240 ml de café filtrado tiene unos 128 mg.
Además, la cafeína no es nociva si se consume con moderación y sin añadir azúcar u otros ingredientes calóricos. Al contrario, tiene varios beneficios para el organismo, como mejorar la memoria, actuar como antidepresivo natural, prevenir enfermedades como el Alzheimer o el Parkinson, y proteger el hígado y el corazón.
Ahora ya conoces los 5 principales mitos de esta gran e histórica receta que inventaron los americanos en suelo europeo. Espero que con todo esto, la incluyas entre tus cafés mañaneros de vez en cuando para recordar su buen sabor y, sobre todo, para que varíes un poco en tu día a día 🙂
¡A disfrutar del café en todas sus formas!