¿Para qué sirven los posos que quedan después de prepararte un buen café? Esta pregunta igual nunca ha venido a tu cabeza, y ahí está el primer motivo por el cual seguir leyendo. Y, si te lo has preguntado alguna vez, ¿llegaste a alguna conclusión? Tirarlos a la basura, reciclarlos, aprovecharlos.. ¿Qué hacer?
¡Pues hoy te voy a contar las 3 cosas que puedes hacer y 4 que, ni de broma, deberías hacer con estos residuos. Vamos allá 🙂
Las 3 cosas que SÍ te recomiendo hacer
Abono natural para las plantas
Una de las formas más populares y ecológicas de reutilizar los posos del café es usarlos como abono natural para las plantas. Estos son ricos en nitrógeno, potasio, fósforo y otros minerales que favorecen el crecimiento y la salud de las plantas.
Además, los posos del café ayudan a mejorar la estructura y la aireación del suelo, a retener la humedad y a prevenir el crecimiento de hongos y bacterias nocivas.
Para usar los posos del café como abono natural para las plantas, puedes seguir estos pasos:
- Seca los posos al sol o al horno, para evitar que se pudran o se mohosen.
- Mézclalos con tierra o con otros materiales orgánicos, como hojas secas, cáscaras de frutas o verduras, etc.
- Añade la mezcla alrededor de las plantas o en el fondo de las macetas, sin cubrir las raíces o el tallo.
Los posos del café son especialmente beneficiosos para las plantas que prefieren suelos ácidos, como las azaleas, los rododendros, los arándanos o las hortensias.
Exfoliante casero para la piel
Otra forma muy sencilla de aprovecharlos es usarlos como exfoliante casero para la piel. Los posos del café tienen propiedades exfoliantes, hidratantes y antioxidantes que ayudan a eliminar las células muertas, a estimular la circulación sanguínea y a prevenir el envejecimiento prematuro de la piel.
Además, tienen un efecto anticelulítico, ya que favorecen la eliminación de líquidos y toxinas acumulados en el tejido adiposo. Aunque, no nos engañemos, da un poco de grima echárselos en la piel.
¿Qué tendrías que hacer si quieres usarlos como exfoliante?
- Mezcla los posos con algún aceite vegetal, como el de oliva o el de almendras, hasta obtener una pasta homogénea.
- Aplica la pasta sobre la piel húmeda, masajeando con movimientos circulares y suaves.
- Deja actuar la pasta durante unos 10 minutos, para que los nutrientes y los antioxidantes penetren en la piel.
- Enjuaga la pasta con agua tibia y seca la piel con una toalla suave.
Reparador de arañazos en la madera
Una forma muy curiosa y práctica de aprovecharlos es utilizarlos como reparador de arañazos en la madera. Al tener un color oscuro y un poder tintóreo, pueden disimular las marcas y los rasguños que se producen en los muebles y los objetos de madera.
Veamos el paso a paso de cómo hacerlo:
- Humedece un algodón o un paño con agua caliente y exprímelo bien.
- Frota el algodón sobre los posos del café, para impregnarlo con el color.
- Aplica el algodón sobre el arañazo que quieres reparar, presionando ligeramente y siguiendo la dirección de la veta de la madera.
- Deja secar el arañazo durante unos minutos, hasta que el color se fije en la madera.
- Repite el proceso si es necesario, hasta conseguir el tono deseado.
Los 4 PROHIBIDOS de los posos del café
Ahora que ya sabes algunas de las cosas que sí puedes hacer con los posos del café, es importante que también conozcas las que no se te deberían de ocurrir.
Tirarlos por el fregadero o el váter
Uno de los peores hábitos que puedes tener con los posos del café es tirarlos por el fregadero. Aunque pueda parecer una forma rápida y cómoda de deshacerte de ellos, lo cierto es que puede causarte muchos problemas.
Los posos no se disuelven en el agua, sino que se acumulan en las tuberías y forman tapones que dificultan el paso del agua. Esto puede provocar atascos, malos olores, etc. ¡Así que los posos y el fregadero son enemigos de alto nivel!
Aplicarlos directamente sobre las hojas de las plantas
Otro error muy frecuente que debes evitar es aplicarlos directamente sobre las hojas de las plantas. Aunque los posos del café son buenos para las plantas, como ya te he explicado, no se deben usar a la ligera.
Son ácidos y pueden quemar o dañar las hojas de las plantas si se ponen en contacto directo con ellas. Además, pueden atraer plagas e insectos que se alimentan de ellos y que pueden perjudicar a las plantas.
Por eso, lo más recomendable es usar los posos como abono natural para las plantas, mezclándolos con tierra u otros materiales orgánicos, y aplicándolos alrededor de las plantas o en el fondo de las macetas, sin cubrir las raíces o el tallo.
Guardarlos sin secarlos previamente
Un error clásico, guardarlos sin secarlos previamente. Este residuo es húmedo y puede generar moho y bacterias si se almacena en un recipiente cerrado y sin ventilación.
Esto puede afectar a la calidad y la seguridad de los posos del café, y hacer que pierdan sus propiedades y su aroma. Además, puede ser peligroso para tu salud si luego los usas para aplicarlos sobre la piel.
Por eso, lo más aconsejable es secar los posos del café al sol o al horno, antes de guardarlos.
Mezclarlos con otros residuos orgánicos
El último error que debes evitar es mezclarlos con otros residuos orgánicos. Aunque los restos del café son materia orgánica y se pueden compostar, no se deben mezclar con cualquier otro tipo de residuo.
Tienen un pH ácido y pueden alterar el equilibrio del compost, dificultando el proceso de descomposición y la calidad del abono. Además, pueden aportar demasiado nitrógeno al compost, lo que puede derivar en malos olores y gases tóxicos.
Por eso, lo ideal es usarlos por separado, como abono natural para las plantas, o mezclarlos con otros materiales que tengan un pH neutro o alcalino, como las cenizas, las cáscaras de huevo o el papel.
Ya está, ahora que sabes qué puedes y qué no con los posos del café, espero que la próxima vez que te prepares tu espresso maravilloso, no tires los restos a la basura…