¿Por qué las cafeteras Chemex son tan desconocidas?

El verdadero origen de este modelo

Las cafeteras chemex fueron de las primeras cafeteras de filtro inventadas. En este caso por un químico llamado Peter Schlumbohm en el año 1941. El alemán era un inventor que registró más de 300 patentes de todo tipo de objetos, desde cocteleras hasta coches. Pero sin duda, su obra maestra fue esta cafetera de goteo, que combina arte y ciencia.

Este buen hombre se inspiró en dos instrumentos de laboratorio: un matraz de vidrio y un embudo. Unió ambos y los adornó con un collar de madera y una correa de cuero, creando así una cafetera elegante y funcional. La idea era obtener un café suave y aromático. Para ello, se filtraba el agua caliente a través de un papel grueso que retenía los aceites y los sedimentos del café molido.

La cafetera chemex tuvo un éxito inmediato y su diseño no ha cambiado desde entonces. De hecho, es considerada una obra de arte y está expuesta en varios museos, como el Museo de Arte Moderno de Nueva York.

Teorías sobre su baja popularidad

chemex contra otras cafeteras

La primera es que su popularidad se vio eclipsada por la aparición de otras cafeteras más modernas y automáticas, como las de cápsulas o las de espresso. Básicamente estas ofrecían rapidez y comodidad, algo que a los consumidores les enamoró.

La segunda se basa en que para que el café salga bueno en una chemex hay que hacerlo con cuidado y atención. Esto se traduce en tener en cuenta varios factores, como el tamaño de la molienda, la temperatura del agua, la proporción entre agua y café, y el tiempo de infusión. Además, hay que usar unos filtros especiales que son más caros y difíciles de encontrar que los convencionales.

Su forma, diseño y material

Su forma es como la de un reloj de arena, que les da un aspecto elegante y distintivo. Están fabricadas con vidrio borosilicato, un material muy resistente al calor y a los cambios bruscos de temperatura. El vidrio también tiene la ventaja de no alterar el sabor del café ni retener olores.

El cuello de la chemex está rodeado por un collar de madera pulida, que sirve para aislar el calor y que se pueda coger bien. El collar está sujeto por una correa de cuero, que le da un toque rústico y bonito. 

Tienen varios tamaños y capacidades, desde las más pequeñas de 0,4 litros hasta las de 1,8L. También hay algunas con asa en lugar de collar.

¿Por qué deberías usar la cafetera Chemex?

Ahora es momento de convencerte para que pruebes un café hecho con esta cafetera. Ya sea porque te aventuras a hacer su famosa receta de café en chemex, o porque vas a un sitio donde la sirven así.

Un café suave, limpio y aromático

La primera razón es básicamente por el sabor. La cafetera Chemex nos da un resultado suave y aromático, resalta las notas frutales y florales del grano. Esto es porque el filtro de papel grueso elimina los aceites y los sedimentos del café, que pueden darle un sabor amargo o rancio. Además, el vidrio no altera el sabor original

aroma del café hecho en chemex

Pero también tiene un cuerpo ligero y una textura sedosa, que lo hace muy agradable al paladar. Recuerda que el cuerpo del café es la sensación de peso o grosor que deja en la boca.

El aroma que suele conseguir es intenso. Y, aunque es de perogrullo, por aroma nos referimos al olor que desprende cuando se prepara o se sirve.

Vaya, que este aparato del diablo consigue un sabor, un cuerpo y un aroma únicos, ¡así que a probarlo!

Un método ecológico y económico

El segundo motivo es por el impacto ambiental y económico. El café con cafetera Chemex respeta el medio ambiente y tu bolsillo. ¿Por qué?

Porque no genera residuos ni contaminación. Al usar un filtro de papel biodegradable, no se producen cápsulas ni otros envases de plástico o aluminio que acaban en la basura o en el mar. Además, al usar solo agua y café, no se consumen energía ni recursos adicionales como leche, azúcar o jarabes. Sobre los otros métodos, ya te expliqué cómo reciclar las cápsulas, así que aun así no tienes excusa.
Es bastante barato hacer café con esta maravilla, porque las chemex no suelen ser caras ni tienen un mantenimiento costoso. Aquí te puedes olvidar de comprar cápsulas u otros accesorios caros o difíciles de encontrar, lo único son los filtros y son muy muy baratos. En cierto modo me recuerda bastante, en ambos aspectos, a las cafeteras italianas.

Un diseño elegante y versátil

Por último, la razón más importante por la que hacer café en una Chemex es algo maravilloso es por su diseño. Ahí, su inventor Schlumbohm, se lució. Estamos cansados de máquinas feas, por muy útiles que sean. Pero esta es diferente. Cuando la ves en persona ves su elegancia y atractivo. 

Entrando en detalle, su diseño combina simplicidad y belleza. Tienen una forma de reloj de arena, y eso les da un aspecto refinado y armonioso. Están hechas con vidrio transparente, que les da un toque de luz y transparencia y adornadas con un collar de madera y una correa de cuero. ¡No se puede pedir más!

No me voy a explayar más porque creo que lo has captado, necesitas probar una de estas delicias sí o sí 🙂


Espero que te haya gustado el artículo y te haya servido para conocer más sobre la cafetera chemex, que le hace falta un poco de notoriedad. Si te ha parecido interesante, compártelo con tus amigos y déjame un comentario con tu opinión. Y si te animas a probarlo así algún día, cuéntame qué tal. ¡Hasta la próxima!